Este lunes se registró un sismo de 5.6 en la ciudad de Canjur, ubicada en Java Occidental en Indonesia, dejando múltiples derrumbes de inmuebles y a varias personas atrapadas en los escombros.
La cifra de muertos ascendió el día de ayer a 268 después de que se encontraran más cuerpos bajo los escombros, indicó la Agencia Nacional de Alivio de Desastres. Otras 151 personas seguían desaparecidas.
El temblor hizo que la gente huyera aterrorizada a las calles, algunos cubiertos de sangre y escombros, y derribó edificios en la zona rural. El gobernador de Java Occidental, Ridwan Kamil, señaló que la mayoría de los fallecidos son menores de edad.
La gran cantidad de heridos ha provocado que algunos de los pacientes estén siendo atendidos en el aparcamiento del hospital de Cianjur, ante la ausencia de camas para tratar a todos los damnificados.

En cuanto a los daños causados en materia de infraestructura, las autoridades reportaron este martes que 22.000 viviendas fueron destruidas y más de 58.000 personas han sido desplazadas.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, visitó hoy las zonas afectadas, mientras que los servicios de emergencia trabajan contra reloj para rescatar a víctimas de entre las casas derruidas y de los corrimientos de tierra provocados por el sismo.