GUADALAJARA. El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) exhumó 240 cuerpos para su identificación y entrega a sus familias. Los cuerpos fueron almacenados en los llamados «tráileres de la muerte», cajas de camiones refrigeradas usadas para almacenar cuerpos, debido al sobrecupo en las morgues y que dieron cuenta de la crisis forense en Jalisco.

Los restos humanos permanecieron cuatro años en el panteón de Coyula, luego de que durante 2018, peregrinaron por varios municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, debido a que los malos olores que despedía causaron el rechazo de habitantes de varios municipios.

Fue durante la administración de Aristóteles Sandoval que se tomó la decisión de utilizar cajas refrigeradas de trailers para almacenar cuerpos debido a la saturación de las cámaras frigoríficas del IJCF, cuyo entonces director, Luis Cotero Bernal, contrató en 2015. El convenio para almacenar los cuerpos en las cajas se firmó en enero de 2017.

El escándalo se hizo público el pasado 15 de septiembre de 2018 cuando circularon en redes sociales fotografías de los cuerpos, envueltos en bolsas negras, amontonados en las cajas de los camiones.

Los tráilers con los 157 cuerpos refrigerados estuvieron meses en el patio del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, después fueron trasladados a la colonia La Duraznera, municipio de Tlaquepaque, donde las autoridades locales pidieron se retirara debido a las quejas de los habitantes por los malos olores que despedían los vehículos.

Finalmente, se sepultaron los cuerpos en el panteón de Coyula, municipio de Tonalá.

Por el caso de los tráilers de la muerte sólo dos funcionarios enfrentan procesos penales, pero ninguno ha sido condenado. Yolanda Salomé Santiago, quien fuera coordinadora de administración de la Fiscalía del estado, fue acusada de uso ilícito de atribuciones y facultades, tras autorizar el pago de 222 mil pesos por la renta de las cajas refrigerantes, pero enfrenta su proceso en libertad.